Ocurrió el primero de febrero, cuando un crucero -que trasladaba a cientos de argentinos- no desembarcó como estaba previsto en las Islas Malvinas. Los pasajeros tenían en mente visitar el Cementerio de Darwin y homenajear a los soldados caídos. Las contradicciones del capitan a cargo del buque y el pedido del gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur.