El incremento en las dietas de los legisladores golpeó en la línea de flotación de los argumentos de Javier Milei contra la casta y su remanido «no hay plata», en medio de un feroz ajuste económico sobre el grueso de la población.
El incremento en las dietas de los legisladores golpeó en la línea de flotación de los argumentos de Javier Milei contra la casta y su remanido «no hay plata», en medio de un feroz ajuste económico sobre el grueso de la población.