La sangría de funcionarios del gabinete libertario no se detiene. Esta vez le tocó a uno de los hombres clave en la estructura de Nicolás Posse, que estaba a cargo de pasar la motosierra por el empleo público. El traspié con el sueldo de Milei lo sepultó. A diferencia de Omar Yasin, le ofrecieron una salida elegante. Antes de irse, sentó las bases para miles de despidos.