En un largo posteo en Twitter, el mandatario calificó al periodismo como un espacio “corrompido, ensuciado y prostituido”, y lo acusó de ejercer la “extorsión”, la “mentira, la difamación y la calumnia”. Sus amenazas a la prensa las enmarcó en el anuncio de “una nueva Doctrina de Política Exterior para la Argentina”, tras la visita de la generala Richardson.