Mientras el Ejecutivo insiste con su combo de licuación de jubilaciones y motosierra a la obra pública, las cosas son distintas al interior de lo que es, ahora, la casa de Milei: hubo plata para repintar todo el chalet y el quincho, y hasta de colocar una nueva alfombra. Las versiones cruzadas por inversiones en la pileta, el mantenimiento del jardín y la nula información sobre los caniles.