El mitin se produjo hace una semana y media, en medio del escándalo de los alimentos, y fue bendecido por el propio Milei. La ministra se quejó del “ambiente hostil” en el que le toca gestionar. Macri se limitó a escuchar. No hubo foto: ninguno de los dos consideró que les sirviera publicitarse juntos. Pese a las múltiples renuncias, la supercartera sigue copada por funcionarios de segundas y terceras líneas con algún pasado en el PRO.