Del Éxodo Jujeño a la Batalla de Tucuman

Maximiliano Amaya

El 23 de agosto de 1812 comenzó el llamado Éxodo Jujeño. Una retirada hacia Tucumán que emprendió el Ejército del Norte, comandado por el general Manuel Belgrano, y la población de San Salvador de Jujuy como respuesta estratégica ante el avance del Ejército Realista proveniente desde el Alto Perú.

Belgrano se hizo cargo del Ejército del Norte el 26 de Marzo de 1812, o más bien, de los sobrevivientes de la 1ra Expedición al Alto Perú. Tras la derrota de Huaqui. “el panorama era desolador: de los 1500 soldados sobrevivientes, casi 500 estaban heridos o enfermos. Había 600 fusiles y 25 balas para cada uno” (Pigna, Felipe; “Libertadores de América”; Buenos Aires; Ed. Planeta; 2010). Por lo cual, con esta situación de desventaja, y el avance de las tropas realistas comandadas por Pio Tristán, la única estrategia posible era la “tierra arrasada”, evacuar San Salvador de Jujuy, y marchar a Tucumán, para reagrupar fuerzas y contraatacar. A demás, todo aquello que no podía ser trasportado debía ser quemado o destruido, con el fin de que no quedara nada que pueda serle útil a las fuerzas enemigas
Para ello Belgrano lanza la siguiente arenga: «Desde que puse el pie en vuestro suelo para hacerme cargo de vuestra defensa, os he hablado con verdad (…) Llegó pues la época en que manifestéis vuestro heroísmo y de que vengáis a reuniros al ejército a mi mando, si como aseguráis queréis ser libres» (Pigna, Felipe; “Los mitos de la historia argentina”; Buenos Aires; Norma; 2004)
El Éxodo llevó varios días, aproximadamente 50 km diarios a través del camino de las Postas. Una vez llegados el pueblo tucumano le pidió formalmente a Belgrano que se quedara para enfrentar a los realistas, pese a que la orden estricta, que venia del Primer Triunvirato era continuar hasta Córdoba y ahí enfrentar a los realistas en mejores condiciones. Belgrano desobedece al Triunvirato y organiza el Ejercito del Norte en Tucumán.
El 24 de Septiembre de 1812 las fuerzas realistas (comandadas por Pio Tristán) son derrotadas en la Batalla de Tucumán por las fuerzas patriotas, comandadas por Belgrano. Las tropas realistas tuvieron aproximadamente 450 muertos entre sus bajas y los patriotas 45 aproximadamente.
Posteriormente, al llegar la noticia del triunfo de Belgrano en Tucumán a Buenos Aires se realiza el levantamiento de la Logia Lautaro, el 8 de octubre y el Primer Triunvirato es disuelto dando lugar al Segundo Triunvirato.
Un dato curioso es que de esta batalla sale el nombre de la avenida 24 de Septiembre de barrio General Paz. También por esta batalla la continuación de la calle Belgrano, en el centro de Córdoba, se llama Tucumán.
Este triunfo y el posterior en la Batalla de Salta, el 20 de febrero de 1813, fueron cruciales para impedir el avance realista sobre el Virreinato del Río de la Plata, en el marco de la Guerra de Independencia.
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